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Es la protección de la aviación contra los actos de interferencia ilícita mediante una combinación de medidas de recursos humanos y materiales.
Para conseguir el OBJETIVO (evitar actos de interferencia ilícita), hay que combinar de forma eficaz todos los factores que intervienen (NORMATIVA – MEDIOS HUMANOS – MEDIOS TÉCNICOS).
El objetivo de la Seguridad Aeroportuaria es asegurar la protección y salvaguarda de los pasajeros, tripulaciones, público, personal de tierra, aeronaves, aeropuertos y sus instalaciones, frente a actos de interferencia ilícita, perpetrados en tierra o en aire, preservando la regularidad y eficiencia del tránsito aéreo nacional e internacional.
Para alcanzar ese objetivo se establecen una serie de normas destinadas a implantar las medidas de organización, métodos y procedimientos necesarios para ello. Estas normas son de obligado cumplimiento para los aeropuertos y helipuertos nacionales con vuelos comerciales, sus instalaciones y dependencias de navegación aérea, las compañías y explotadores de aeronaves, etc. con las responsabilidades y limitaciones que a cada uno le corresponde en su ámbito de aplicación.
Existen niveles de protección muy dispares y, en algunos casos, se carece de medios de protección acorde a las necesidades reales, situación que requiere de planteamientos que garanticen unos niveles óptimos de protección. Tan solo las instalaciones sujetas al Código ISPS han introducido mecanismos de seguridad en sus procesos, sobre todo durante la interfaz buque-puerto. También las instalaciones que se vean afectadas por la Ley de Infraestructuras Críticas que operen en los puertos deberán garantizar niveles de protección ligados a la protección de las instalaciones y su actividad. En este artículo, quisiera hacer mención a los puertos deportivos, turísticos y pesqueros, dado que considero requieren de medidas urgentes y una política de seguridad clara que afronte un aumento significativo de la protección, sobre todo por la vulnerabilidad de muchas de estas instalaciones, tanto en aquellas de gestión pública como privada.
En base a nuestra experiencia en seguridad portuaria, proponemos un modelo de protección basado en la prevención con el fin de evitar siniestros o situaciones que afecten a la actividad y funcionamiento de las instalaciones portuarias, así como de intervención ante situaciones de contingencia, con una coordinación global con los responsables de la gestión portuaria.
Es muy importante definir los diferentes tipos de protección que permitan evitar o minimizar las posibles amenazas en función de las diferentes franjas horarias y épocas del año, con una visión también destinada a ayudar y colaborar con los ciudadanos y usuarios dentro de la actividad portuaria. En este sentido, la vigilancia presencial o itinerante aporta beneficios que deben tenerse muy en cuenta. Por otro lado, la adecuada combinación de los medios humanos y la tecnología existente hoy en el mercado permite desarrollar soluciones altamente eficaces (y eficientes) para los entornos portuarios. Por un lado, tenemos las evidentes ventajas que aportan a los servicios de seguridad las nuevas tecnologías de la comunicación o, pongamos por caso, los beneficios del análisis de vídeo.
Exigimos vigilantes debidamente formados para cada situación y riesgo concreto. En este caso sería imprescindible contar con un equipo de vigilantes formados en protección de instalaciones portuarias, nuevas tecnologías aplicadas a este tipo de entornos, prevención e intervención en emergencias, incendios y primeros auxilios. Pero el gran pilar es sin duda el proyecto de seguridad, la solución de seguridad que se obtiene al engranar adecuadamente los recursos humanos cualificados y la tecnología, aquello que, en definitiva, va a dar solución a los riesgos asociados a la actividad portuaria.